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lunes, 10 de septiembre de 2007

La pesadilla de Freddy


Colón de Santa Fe derrotó a Boca Juniors por 1 a 0, con gol de Freddy Grisales, en la última jugada del partido.
Si algo es de terror es perder sobre la hora y en una jugada aislada, seguramente eso sintió el equipo de Miguel Ángel Russo cuando faltando nada para la finalización del encuentro, Grisales clavó ese derechazo al ángulo, pero ahora bien, ¿por qué Boca tuvo que llegar a ese estado de pánico?
El partido estuvo plagado de errores y desaciertos durante la mayor parte del tiempo, tanto de los dos lados, como del árbitro Federico Beligoy. Por el lado de los locales, se produjo un buen manejo de pelota hasta tres cuartos de cancha donde automáticamente se diluían como consecuencia del bajo rendimiento de sus dos delanteros, Darío Gandin e Ignacio Quinteros. Ante esta situación fue muy frecuente ver a Grisales haciéndose eje del equipo, tratando de llevar el fútbol a la zona de definición.
En lo que respecta a Boca, la utilización del mismo dibujo táctico que las ultimas veces, sin un volante de creación definido, pero si con mucha marca, cosa que se vio notoriamente en el ataque Xeneize, ya que tanto Rodrigo Palacio como Martín Palermo brillaron por su ausencia, ambos mostrando un nivel muy bajo.
La primera etapa se fue diluyendo con pocas llegadas por ambos lados, las más peligrosas para El Sabalero, como el remate exigido de Gandin que se fue por encima del travesaño.
Comenzado el segundo tiempo, a los 9 minutos y al no tener emociones, Beligoy se hizo cargo de esto y expulsó a Bruno Urribarri por doble amonestación, debido a dos jugadas similares, donde obstruyó el paso de un rival.
Con la superioridad numérica, Colón se adelantó en el campo utilizando las bandas, llegando hasta el fondo y descargando hacia atrás. En la visita todo seguía igual, un equipo partido en la línea media, nada más que ahora con 3 volantes, ya que Matías Cahais ingresó por Jesús Dátolo para ocupar el lugar faltante en defensa.
Todo eso que hacia que el local inclinara la cancha, se esfumó cuando Ariel Garce vio la roja, dejando todo mas parejo y que Boca tomara una posición mas agresiva, pero no por eso eficaz, ya que no llegaba claro y a la hora de retomar posiciones lo hacia muy lento.
El partido se terminaba, y al minuto de adición, la pelota le cae a los pies al jugador mas claro del partido, ese al que había que marcar hasta que el pitazo final indicara que se había terminado el partido, ese jugador era Grisales, quien recibió en el vértice del área, se acomodó y remató fuerte clavándola en un ángulo. Se reanudó el juego y finalizó.
El Cementerio de Elefantes abrió de vuelta, esta vez con un socio nuevo, Freddy quien ataca a los que se duermen, en este caso Boca, eso si el miércoles se puede despertar.