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lunes, 1 de octubre de 2007

Es un afano... suspendanló


Decir a esta altura que Central no puede mantener un resultado a favor, resulta una obviedad. Decir que el arbitraje de Pablo Lunati fue desastroso y perjudicó notablemente al equipo de Ischia también.
La realidad indica que a Central le metieron la mano en el bolsillo, pero también la cruda verdad dice que este equipo ganó 1 partido sobre 11 en juego y que la inocencia e inmadurez que se viene observando en casi todo el torneo, se hizo presente ayer en los fatídicos minutos finales.
Desde el inicio se podía imaginar un partido de trámite parejo ya que Central se paraba de igual a igual frente a un River que venía entonado por la resurrección del jueves pasado en la Copa Sudamericana frente a Botafogo.
A los 18', el partido tuvo su primer incidente cuando Cristián González debió ser reemplazado por Martín García debido a una lesión en el ojo izquierdo que no le permitió continuar el encuentro.
El cambió no desestabilizaría a los Canallas que, pese a pasar algunos sofocones, lucia firme y arremetía de la mano de un movedizo Damián Díaz. Precisamente fue el volante auriazul quien protagonizó la primera gran polémica de la tarde, cuando luego de una excelente maniobra personal, su remate dio en el brazo extendido del defensor millonario Nicolás Sánchez. Fue un penal muy claro que Lunati no sancionó y que presagiaba lo que sería una pésima tarde del juez.
Minutos más tarde, Díaz armó una gran jugada por izquierda que culminó en un remate del ingresado García que se le metió a Carrizo por el primer palo. Era el 1-0 a los 40' del primer tiempo y con ese resultado culminaría la primera mitad.
En el segundo tiempo, Daniel Passarella movió piezas e hizo ingresar al juvenil Diego Buonanotte y al héroe del último partido por la sudamericana, el colombiano Radamel Falcao García.
Al minuto de juego, Ledesma salvó en la línea el empate de los millonarios, que salieron dispuestos a dar vuelta el partido. River estaba mucho mejor en este segundo tiempo, sin embargo, la visita volvió a golpear luego de una excelente jugada entre Martín Arzuaga, Emilio Zelaya y Kitu Díaz, quien finalmente marcó el 2 a 0 con una exquisita definición.
El panorama para Central no podía ser mejor. Pese a ello, un grave error de Papa le permitió a Andrés Ríos marcar el descuento, cuando todavía quedaba media hora por jugarse.
Con el gol, el equipo de Núñez fue incansablemente en busca de la igualdad, mientras Central se replegaba y no aprovechaba los espacios que le quedaban para armar alguna contra y liquidar el encuentro.
A los 74', Buonanotte armó una gran jugada individual y con un fuerte remate que se metió en el ángulo izquierdo, estampó el empate ante la vana estirada de Álvarez.
Con el 2 a 2, el local sintió que podía ganarlo y empujado por su gente fue por la victoria.
Ya con el tiempo cumplido, Lunati adicionó seis minutos ante la protesta de todo Central que paradógicamente, encontraría la ventaja en el tercer minuto de descuento, por intermedio de Ronald Raldes.
Con el 3 a 2, la victoria parecía tener dueño. Con la ventaja, Ischia quiso cuidar el resultado y además “quemar” algunos segundos con el ingreso de Juan Manuel Azconzábal. El “Vasco”, estuvo cerca de dos minutos parado en la línea lateral listo para ingresar sin que el árbitro del partido le prestara atención y le permitiese entrar.
Ante todas las protestas del banco visitante, exigiendo que se realizara el cambio, el impresentable Lunati no dudó en expulsar a Castellano por exceso verbal y además adicionó 2 minutos más.
Fue así que pasados los 98 minutos, tras un centro, Falcao anotó el empate de cabeza. Instantáneamente, todo Central salió a increpar al árbitro, incluido Castellano que ya estaba en el túnel.
Finalmente fue 3 a 3, en un partido en el que, como tantos otros, Central tuvo todo para ganarlo, pero que por su propia inmadurez y por la mano negra del nefasto Lunati no lo logró.
Central perdió dos unidades vitales en la lucha por no descender. Ahora no queda otra alternativa que conseguir los tres puntos en el Gigante de Arroyito el próximo miércoles (iría 17.10) frente a Estudiantes, como para recuperar algo de lo perdió y le “robaron”, en su excursión al Monumental.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Batacazo colosal

Newell’s dio el batacazo de la fecha y derrotó a Boca Juniors 1 a 0 en el Parque Independencia, con un gol de Santiago Salcedo en el primer tiempo. De esta manera, los rojinegros cortaron una racha de cinco partidos sin victorias, mientras que los xeneizes perdieron la oportunidad de quedar como únicos líderes del certamen.
El debut de Ricardo Caruso Lombardi como técnico leproso no pudo ser mejor. Newell’s venció a uno de los mejores equipos de Argentina y América, a partir del buen manejo del balón en la primera etapa, combinado con una entrega conmovedora y una muralla defensiva que resultó inexpugnable para los dirigidos por Miguel Ángel Russo.
El cotejo comenzó con mucha dinámica, con ambos conjuntos proponiendo jugar por abajo. A los 12, un buen cambio de frente para Adrián Lucero y el posterior centro del mediocampista, le dieron la chance a Salcedo de cabecear la pelota al segundo palo de Mauricio Caranta y mandarla a dormir al fondo de la red. Newell’s pegó primero y dejó atontado a un Boca totalmente desconocido, carente de ideas y sin profundidad.
La lepra de a poco comenzó a hacerse dueña del balón y del mediocampo, a partir de la presión constante ejercida en la salida xeneize.
A los 31, cuando los locales pasaban por su mejor momento manejando los hilos del partido, se produjo una de las mejores acciones rojinegras en cuanto a juego asociado. Un cambio de frente dejó a Cristian Ansaldi solo. El Colo metió un centro rasante que taqueó Germán Ré y dejó libre para rematar en el corazón del área a Damián Steinert, pero Caranta bien ubicado pudo despejar el balón con el cuerpo.
En la respuesta de Boca, un desborde de Juan Krupoviesa dejó a Mauro Boselli de frente al arco para empujarla, pero el delantero impactó mal la pelota y la tiró por encima del travesaño.
En el complemento Newell’s, en su afán de cuidar el resultado, salió a jugar más retrasado y dejó venir a Boca con pelota dominada. Sin embargo, los xeneizes nunca pudieron encontrarle la vuelta al cerrojo propuesto por el conjunto de Lombardi. Las acciones en ataque de los visitantes terminaban con centros al corazón del área leprosa que no generaban demasiados problemas para el fondo local.
Sólo a los 10, un cabezazo de Martín Palermo que se fue muy cerca del palo izquierdo de Justo Villar logró inquietar a Newell’s. Los rojinegros tuvieron varias oportunidades de aumentar el marcador y liquidar el encuentro saliendo de contragolpe, aprovechando los espacios dejados atrás por un Boca que necesitaba obtener un resultado positivo a cualquier precio, pero la impericia a la hora de definir impidió que esto sucediera.
Los minutos finales fueron dramáticos, con los locales totalmente replegados en su campo resistiendo los últimos embates xeneizes.
El pitazo final de Carlos Maglio dio lugar al desahogo de la gente, de los jugadores y el cuerpo técnico debutante. Newell’s obtuvo tres puntos invalorables, mostrando en el primer tiempo juego asociado con pelota al piso, sumado a una actitud inquebrantable para resistir los avances de Boca, que nunca supo qué camino tomar para herir a los rojinegros.