
El debut de Ricardo Caruso Lombardi como técnico leproso no pudo ser mejor. Newell’s venció a uno de los mejores equipos de Argentina y América, a partir del buen manejo del balón en la primera etapa, combinado con una entrega conmovedora y una muralla defensiva que resultó inexpugnable para los dirigidos por Miguel Ángel Russo.
El cotejo comenzó con mucha dinámica, con ambos conjuntos proponiendo jugar por abajo. A los 12, un buen cambio de frente para Adrián Lucero y el posterior centro del mediocampista, le dieron la chance a Salcedo de cabecear la pelota al segundo palo de Mauricio Caranta y mandarla a dormir al fondo de la red. Newell’s pegó primero y dejó atontado a un Boca totalmente desconocido, carente de ideas y sin profundidad.
La lepra de a poco comenzó a hacerse dueña del balón y del mediocampo, a partir de la presión constante ejercida en la salida xeneize.
A los 31, cuando los locales pasaban por su mejor momento manejando los hilos del partido, se produjo una de las mejores acciones rojinegras en cuanto a juego asociado. Un cambio de frente dejó a Cristian Ansaldi solo. El Colo metió un centro rasante que taqueó Germán Ré y dejó libre para rematar en el corazón del área a Damián Steinert, pero Caranta bien ubicado pudo despejar el balón con el cuerpo.
En la respuesta de Boca, un desborde de Juan Krupoviesa dejó a Mauro Boselli de frente al arco para empujarla, pero el delantero impactó mal la pelota y la tiró por encima del travesaño.
En el complemento Newell’s, en su afán de cuidar el resultado, salió a jugar más retrasado y dejó venir a Boca con pelota dominada. Sin embargo, los xeneizes nunca pudieron encontrarle la vuelta al cerrojo propuesto por el conjunto de Lombardi. Las acciones en ataque de los visitantes terminaban con centros al corazón del área leprosa que no generaban demasiados problemas para el fondo local.
Sólo a los 10, un cabezazo de Martín Palermo que se fue muy cerca del palo izquierdo de Justo Villar logró inquietar a Newell’s. Los rojinegros tuvieron varias oportunidades de aumentar el marcador y liquidar el encuentro saliendo de contragolpe, aprovechando los espacios dejados atrás por un Boca que necesitaba obtener un resultado positivo a cualquier precio, pero la impericia a la hora de definir impidió que esto sucediera.
Los minutos finales fueron dramáticos, con los locales totalmente replegados en su campo resistiendo los últimos embates xeneizes.
El pitazo final de Carlos Maglio dio lugar al desahogo de la gente, de los jugadores y el cuerpo técnico debutante. Newell’s obtuvo tres puntos invalorables, mostrando en el primer tiempo juego asociado con pelota al piso, sumado a una actitud inquebrantable para resistir los avances de Boca, que nunca supo qué camino tomar para herir a los rojinegros.