
Boca Juniors goleó 6 a 0 como visitante a Banfield, por la novena fecha del Torneo Apertura, con cuatro goles de Martín Palermo, uno de Leandro Gracián y otro de Pablo Ledesma.
Por primera vez en lo que va del torneo, se puede decir que Boca encontró la luz. Si bien consiguió buenos resultados para estar prendido arriba, nunca había demostrado ser un equipo contundente, que ganase los partidos de punta a punta, sin tener que depender de la suerte.Pero esta vez nada de eso pasó y se pudo ver un Boca completo, bien puntero.
El equipo de Miguel Ángel Russo llegaba al encuentro con la presión de ganar para volver a la punta, teniendo en cuenta que Independiente y sus perseguidores habían ganado, y como si esto fuera poco, enfrentar a Banfield de local con lo que eso implica, ya que mas de una ves le amargo la tarde.
Comenzadas las acciones se intuía como seria el desarrollo final del encuentro, debido a que los Xeneizes ejercían un ahogo constante y cuando tenían la pelota jugaban simple lastimando mucho, mientras que en el local eran todas desatenciones, equivocaciones e imprecisiones.
Como consecuencia de esas falencias, Boca aprovechó a los 6 minutos cuando, el reaparecido, Claudio Morel Rodríguez envió un centro pasado para Palermo, quien se elevó haciendo inútil la salida del arquero de Banfield, Cristian Lucchetti, quien acusó un golpe del nueve mientras este iba en busca de la pelota.
No conforme con esto, el equipo de La Rivera siguió atacando constantemente, tratando de aprovechar al máximo cada una de las fallas ajenas, que para ese entonces eran decisivas, tal es así, que a los 21 minutos, ante un yerro por parte de un central sureño, Palermo no dudó y marcó el segundo, picando la pelota por encima del arquero, provocando que llegara la primer jugada polémica de la noche, a causa de la duda si ingresó o no la pelota dentro del arco ante el despeje de un defensor, a lo que el juez asistente avaló para que se sancionara como gol.
Con el resultado en contra y los errores a cuestas Banfield jugó cada vez peor e hizo que Boca se engrandara y siguiera aumentando la diferencia, aumento que llegó 6 minutos mas tarde, cuando Gracián se metió en el área a pura gambeta provocando un agarrón grosero. Penal y otra chance para agrandar la diferencia y que Palermo convirtiera su tercer gol de la tarde. Fue “El Loco”, decidido como en el partido anterior, esta vez con un zurdazo suave al medio del arco, gol de Boca, partido que para esta altura estaba terminado.
Antes de finalizar la primer etapa, y en forma de castigo a lo realizado por el local, el conjunto de Russo mostró otra de sus obras, desborde de Rodrigo Palacio, centro atrás y gol de Gracián, premio para quien vino a suplantar a un peso pesado, y que necesita estas alegrías para seguir adelante.
Por fin, para Banfield, se terminó el primer tiempo, una primer etapa para el olvido, pero no seria tal, ya que a los 3 minutos de comenzada la parte final, Hugo Ibarra soltó un derechazo con mucha violencia, el cual Lucchetti no pudo retener dando rebote hacia adelante, y quien si no para capturarlo que Palermo, el eterno goleador quien se acordó de cómo hacer goles y justo en un mismo partido, sí, Palermo esta de vuelta. Cuatro goles en una misma tarde, algo más para sus vitrinas personales.
Esta tarde no era para El Taladro, pero si lo era para Boca Juniors, que cada minuto que pasaba lo transformaba en horas, tocando y distribuyendo, provocando la frustración del rival, ese que supo ser verdugo en varias ocasiones y circunstancias.
Y para cerrar la faena, para ponerle la frutilla al postre, llegó el sexto gol de Boca, otro penal, esta ves muy dudoso, el cual cambió por gol Ledesma con un fuerte remate elevado hacia la derecha.
Pitazo final de Gustavo Bassi, y triunfo Xeneize, una victoria abultada, pero justa ante un rival plagado de errores.
Se hizo la luz para Boca, esa que se debe tener para seguir en el camino y no tropezar ante nada.