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lunes, 17 de septiembre de 2007

Con el alma...


Con el alma. Así ganó Central en el mismísimo Coloso del Parque. El equipo de Carlos Ischia sacó del ropero el orgullo, las ganas, el compromiso y por momentos el fútbol que había dejado abandonado en la Bombonera, allá por el inicio del torneo.
El triunfo de ayer por 1-0 sobre un Newell`s totalmente desconocido, tuvo sus ribetes de hazaña, ya que el Canalla logró la victoria con dos jugadores menos.
Como todo clásico, los dos arrancaron con uñas y dientes apretados. Prueba de ello fue que a los 10 segundos de juego, Leonardo Borzani le fue duro abajo a Claudio Husaín.
Con el correr de los minutos los visitantes se acomodaron mucho mejor en el terreno. La apuesta de Marini de jugar con triple 5 perdía en la zona media contra la tarea realizada por Borzani y el Kily González. Es a partir de allí, desde donde se edificó el dominio absoluto que tuvo Central frente a su eterno rival.
El Canalla dominaba las acciones y llegaba por el sector izquierdo, con el buen tándem que armaron en la primera mitad Emiliano Papa y Gervasio Núñez.
A los 8’, Borzani le pegó desde la media luna tras un rebote que dio la defensa rojinegra y el remate se fue muy cerca del arco defendido por Justo Villar.
A los 10’, se lo perdió Belloso de manera increíble, tras una muy buena jugada de Papa por izquierda. El delantero pifió el remate de frente al arco. Central era mucho más que la lepra y merodeaba el área con peligro.
Un minuto más tarde, tras un buen centro de Belloso, Núñez cabeceó solo pero desviado.
Newell´s no hacía pie en la cancha. Los delanteros estaban completamente aislados de los mediocampistas y ni Matías Donnet ni Husaín podían armar juego.
El dominio de la visita se prolongó por casi todo el segundo tiempo, hasta que a los 40’ Núñez fue mal al piso a disputar una pelota con Bernardello y como consecuencia el árbitro, Federico Belligoy, le mostró correctamente la tarjeta roja. El destino le hacia un guiño a los del Parque y le complicaba totalmente el panorama a los dirigidos por Ischia que hasta el momento venían haciendo un muy buen partido.
Con el hombre de menos, Central espero a que termine rápidamente el primer tiempo para reacomodar las piezas en el vestuario.
El inicio del complemento, mostró a los dos equipos sin cambios respecto a la etapa anterior. En los primeros minutos la Lepra parecía dispuesta a hacer notar su hombre de más pero, como en los últimos minutos del primer tiempo, la diferencia no se notó.
A los 4’ Central volvió a llegar por intermedio de Papa, quien llegó hasta el fondo y sacó un centro que Villar capturó en dos tiempos, con algo de dificultad.
Newell’s seguía siendo intrascendente. El mediocampo estaba partido y tanto Steinert como el paraguayo Da Silva no tenían una buena tarde.
A los 14’ Marini mandó a la cancha a Santiago Salcedo en lugar de Da Silva. Tres minutos más tarde, el recién ingresado sacó un remate potente que Álvarez atajó sin problemas. Era la primera llegada de Newell´s en el partido. Minutos después Marini se acordó de que tenía un hombre de más e hizo lo que el partido le pedía: sacó a Zapata y metió a Torres.
A partir de ese momento, el local tuvo sus mejores momentos en el partido. Fueron cerca de 10 minutos en los que los del Parque arrinconaron a Central e hicieron notar el hombre de más.
Apenas ingresado, el chiquitín Torres sacó un remate que casi se le mete a Álvarez por un desvío en Borzani. Más tarde lo tuvo Donnet con un tiro de media distancia.
Hasta que llegó el minuto 29. Costa y González armaron una gran jugada por izquierda
que terminó con un claro penal de Vangioni al colombiano Arzuaga.
El encargado de ejecutar la pena máxima fue el mismo Arzuaga, quien le pegó al medio y arriba y desató el delirio en la tribuna centralista. Central ganaba 1 a 0 con uno menos y a pesar de los sofocones de los últimos minutos, el resultado era justo.
Enseguida Marini movió piezas. Ingresó el delantero Emanuel Lazzarini en lugar de Aguilar. En la primera que tuvo, el juvenil debutante cabeceó solo pero Álvarez, bien ubicado, contuvo sin problemas.
Newell’s empezó a ir con todo arriba pero sin claridad. Central parecía tener controlado el partido. A los 40’ los visitantes vieron desmoronarse toda la buena tarea que habían echo en el partido cuando Papa reaccionó muy mal ante la platea de Newell´s y les arrojó un encendedor que estos le habían tirado previamente. Belligoy no dudó y expulsó al jugador y de esa forma el Canalla se quedaba con nueve cuando al partido le quedaban 5 minutos más el descuento.
Los fantasmas de Banfield, Gimnasia y tantos otros partidos volvieron como ráfagas a la memoria de los auriazules, que se aferraban fuertemente a la primera victoria del torneo y nada menos que ante el rival de toda la vida.
El árbitro adicionó 4 minutos y Newell´s lo fue a buscar de cualquier manera. Con Schiavi de nueve, la lepra solo atinó a tirar centros que fueron bien resueltos por la defensa Canalla.
El pitazo final de Belligoy desató la locura en la gente, los jugadores y el cuerpo técnico de Central.
Por el lado de Newell’s todo era desazón. Nadie se explicaba como no pudo hacer prevalecer el hombre de mas que tuvo durante más de la mitad del partido. El equipo de Marini nunca salió decidido en un encuentro que lo tuvo como un simple espectador en casi todo e desarrollo del encuentro.
La derrota dejó tambaleando al entrenador rojiniegro, quien no supo leer el partido y arrinconar al rival cuando este jugó en inferioridad numérica todo un tiempo. El esquema planteado fue mezquino y Newell’s lo pagó con un resultado en contra que fue justo.
El equipo de Ischia ganó mucho más que tres puntos. Le ganó al clásico rival en su cancha y con dos jugadores menos. Además, no solo salió de la promoción y respira más aliviado, sino que hundió aún más a Newell´s en la tabla de promedios.
Ahora Central tendrá que revalidar lo echo frente a San Lorenzo (iría el viernes 21.10) y empezar a asomar definitivamente la cabeza en este apertura. El primer pasó ya esta dado. El Canalla resurgió de sus cenizas y sacó la actitud y el orgullo que se le venía reclamando a este equipo. Lo hizo cuando más lo necesitaba y en inferioridad numérica. Lo hizo con el alma.