
Central cayó sin atenuantes ante un Huracán que con muy poco, lo superó ampliamente en el primer tiempo y lo controló durante casi todo el segundo.
El equipo dirigido por Carlos Ischia nunca pudo ser protagonista excepto en algunos tramos del segundo tiempo, donde, con mas empuje y ganas que con fútbol, arrinconó al Globo contra su arco.
Desde el arranque, el equipo dirigido por Antonio Mohamed, se adueño de la pelota y comenzó a inquietar cada vez más el arco defendido por Cristian Álvarez, quien una vez más, mantuvo transitoriamente el cero en su arco, gracias a varias atajadas impresionantes.
Central sólo llegaba con jugadas aisladas y a través de corners o pelotas paradas, pero siempre sin peligro. Ni Emiliano Papa, ni Damián Díaz y mucho menos el debutante Martín Arzuaga, se erigían como piezas desequilibrantes como para intentar llegar con peligro al arco defendido por Barovero.
Así, a los 43, el equipo de Parque Patricios se puso en ventaja al aprovechar al máximo un contragolpe, luego de un corner a favor de los canallas. La defensa centralista volvió mal y entonces, Franco Mendoza, completamente solo, anotó el gol que decretaba el
En el complemento, las cosas cambiarían muy poco. Central fue con más actitud que con fútbol, comandado por Damián Ledesma y Tomás Costa, quienes mejoraron notablemente su actuación con respecto a la primera etapa.
Pese a ello, las situaciones creadas eran aisladas y no muy peligrosas. Con el correr de los minutos, la desesperación se adueño de los pibes canallas y el desorden se convirtió en el actor principal. Huracán tuvo varias contras para liquidar el partido pero las desperdició.
Ischia quemó las naves para intentar cambiar la historia con los ingresos de Gervasio Nuñez por Braghieri, de Enrique Seccafien por Imperiale y de Emilio Zelaya por Vizcarra. El canalla prácticamente quedaba con dos en el fondo (Ledesma y Raldes) y de mitad de cancha hacia adelante, una masa de jugadores desordenados pugnando por conseguir el empate. Empate que tuvo sobre el final en los pies del colombiano Arzuaga, quien remato débil a las manos del arquero del globo, luego de una gran asistencia de Ledesma, que en los últimos minutos era un delantero más.
El pitazo final de Daniel Raffa (dirigió sin problemas), marcó una nueva derrota y una gran desilusión en las 30.000 almas que llegaron al Gigante esperanzados con el primer triunfo del torneo.
La derrota de ayer, dejó a Central muy lejos de todo y con una magra cosecha de dos puntos sobre doce disputados. Si bien falta mucho, el equipo tiene la obligación de comenzar a sacar puntos porque, de lo contrario, se complicará con el tema del promedio y la palabra promoción, que al inicio del torneo parecía lejana, sonará cada vez más cerca. La revancha la tendrá el próximo martes frente al Colón de Leonardo Astrada, un examen más que complicado, pero que deberá ser aprobado para no quedar tan lejos de todo.